Todos lo hemos hecho. Todos hemos comprado cosas que no necesitamos.
Comprar un café de camino a la oficina porque nos dio flojera hacerlo en casa. Pedir comida a domicilio mientras nuestras verduras se pudren en el refrigerador… o comprar el iPhone 15 cuando el iPhone 13 sigue funcionado perfectamente.
Si estás buscando la forma de dejar de querer gastar en cosas innecesarias para así tener más presupuesto para las cosas necesarias, entonces estas en el lugar correcto.
En este artículo te voy a decir 3 formas en que puedes hacerlo, cada una con varias estrategias prácticas para que lo empieces a aplicar desde hoy.
1. Controla tu entorno
Así como si quieres dejar de comer azúcar, controlas tu cocina para que no hayan productos con azúcar, así mismo lo puedes hacer para mejorar tus finanzas.
Aquí te van 4 formas en que podrías modificar tu entorno:
No cargues con tus tarjetas de crédito
Si te conoces y sabes que si algo te llama la atención lo vas a comprar, entonces una forma sencilla de impedirlo es no llevar tus tarjetas de crédito en la cartera (incluso tampoco las de débito).Adicional a esto, deberías eliminar tus tarjetas de Apple Pay, Google Pay, etc., y solo lleva el dinero que sabes que vas a gastar ese día.
Si no hay dinero para comprar eso que se te acaba de atravesar… simplemente no lo vas a comprar.
Esta es una de las formas más sencillas en las que puedes controlar tu entorno, sin embargo tiene sus limitantes. Hoy en día no solo hacemos compras en tiendas físicas, sino que incluso la mayoría de compras las podemos llegar a hacer a través de internet.
Para esto lo recomendable es que no tengas per-guardadas tarjetas en ninguna página. Por lo menos el tener que registrar de nuevo tu tarjeta en cada compra podría darte flojera y evitarte algunas comprar innecesarias.
Deja de ver reviews en internet
Es algo que a mi me pasa mucho. Si de pronto se me antoja comprar un nuevo celular, cámara o algo por el estilo, lo primero que hago es ver reviews en YouTube.
Quizás en un principio mis ganas eran pequeñas, pero después de que el algoritmo de YouTube me bombardeara de contenido relacionado a ese producto, mis ganas terminan siendo mucho más grandes.
Lo que me ha funcionado es solo ver reviews de las cosas que realmente sé que necesito y voy a comprar de cualquier forma. Se trata de apoyarnos para saber qué producto es el mejor para nosotros, no ver contenido solo para convencernos de comprar algo.
Intenta evitar los anuncios
En redes sociales nos bombardean con anuncios de cosas que de pronto sí nos llaman la atención.
Claro, no es fácil evitar los anuncios porque no dependen de nosotros. Sin embargo podemos intentar abrir menos las aplicaciones (que además tendría beneficios más allá de las finanzas).
Puedes desinstalar las redes sociales y aplicaciones de tiendas, pero esto es una solución no tan efectiva porque tarde o temprano las volverás a instalar. Podrías mejor simplemente hacer menos accesible tu teléfono guardándolo en la bolsa más escondida de tu mochila o dejándolo en otra habitación.
Incluso puedes poner la pantalla en blanco y negro. De esta forma será mucho menos llamativo estar en redes sociales durante largos periodos de tiempo.
No te comparas con los demas
Por supuesto, es más facil decirlo que hacerlo.
Ver que el vecino llegó con nuevo coche, que nuestros primos se fueron de vacaciones o que nuestros compañeros de trabajo llegaron con un nuevo termo Stanley.
No podemos controlar eso, pero podemos contralor la forma en que reaccionamos a esa “envidia”. Mi vecino, familia y compañeros tienen un estilo de vida similar ¿entonces por qué yo no me podría dar esos gustos?
La respuesta que debes pensar es que tal vez tienen prioridades financieras diferentes. Tus prioridades son diferentes a las de ellos.
2. Espera
La segunda forma en que puedes dejar de querer comprar cosas innecesarias es… esperar.
No siempre podremos controlar nuestro entorno. Así que veamos tres estrategias relacionadas a esperar.
Surfear las ganas
Este es un término que recientemente leí en el libro The Phone Fix. La autora dice que, contrario a lo que podríamos pensar, las ganas no crecen conforme pasa el tiempo. Al contrario, las ganas crecen hasta llegar a un punto máximo y luego se difuminan como lo hace una ola en el mar.
Este término fue inventado para personas que quieren dejar de fumar, pero sirve exactamente igual para evitar compras por impulso.
Para lograrlo, hay que ser conscientes de esas ganas de comprar algo, no dejar que nos lleve el impulso, y esperar a que las ganas se disipen como una ola en el mar.
La regla de los 3 días
Como su nombre lo podría indicar, se trata de esperar 3 días antes de hacer una compra.
Esta regla aplica particularmente bien a compras pequeñas, como accesorios de ropa, suscripciones de streaming o algo por el estilo. A diferencia de la estrategia anterior, no se va a disipar la ola, simplemente vamos a esperar para hacerla.
El objetivo es aprender a controlar impulsos.
La regla de los 30 días
Esta regla es similar a la de los 3 días, pero en este caso aplica para compras más grandes.
Cosas como un coche o un celular no suelen ser decisiones tan compulsivas, pero igualmente necesitan una planeación para no desestabilizar tus finanzas.
No son compras de las que te puedes sacar con solo 3 días. Puedes esperarte 30 días, 60 días, 180 días o lo que tu creas conveniente. Pero quizás en ese tiempo ya se te acostumbraste a ver el nuevo coche del vecino y no tienes necesidad de comprar una marca de lujo.
Darte tiempo hace que tus compras sean más racionales y menos emocionales.
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3. Minimiza el impacto
Finalmente, la tercer forma de dejar de comprar cosas innecesarias es minimizar el impacto que estas tienen.
Esto ya es como último recurso. Intentaste controlar tu entorno y no funcionó. Intentaste esperar y no funcionó.
Ahora queda intentar minimizar el impacto que una compra puede tener en tus finanzas.
Buscar una alternativa más barata
Si quieres comprar un nuevo iPhone, analiza la opción de no comprar el más nuevo para que así te salga más barato. Quizás te das cuenta que esa opción es la que ya tienes o no es tan llamativa, entonces incluso se te quiten las ganas de cambiar de teléfono.
Incluso si aún haces la compra, quizás son algunos miles de pesos los que te puedes ahorrar.
En lugar de comprar un coche de agencia, compras uno de segunda mano (asegurándote que esté en buen estado, sino incluso podría salirte más caro)
Compra aquello que puedes pagar 2 veces
Antes de hacer una compra, junta el doble de lo que cuesta el producto.
De esta forma puedes hacer la compra y ademas destinar la misma cantidad para ahorrar e invertir. Así tu patrimonio siempre estará creciendo.
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